MAGALLANES
Magallanes presentó al rey Manuel I de Portugal el proyecto de conquistar dichas islas y ante el rechazo de este, el explorador ofreció sus servicios junto a los del prestigiado cosmógrafo Rui Faleiro al rey Carlos I de España, pues estaban convencidos de que las Islas Molucas se situaban en dominio español según estaba fijado en el tratado de Tordesillas. Este aceptó con gusto, nombrando a Magallanes capitán de la flota que partiría en septiembre de 1519 hacia Occidente (evitando las rutas portuguesas).
La travesía resultó muy larga y sacrificada para la tripulación; sin embargo, obtuvieron grandes logros, como el descubrimiento del Estrecho de Magallanes (paso que comunicaba los océanos Atlántico y Pacífico) y la circunnavegación del globo terrestre, hecho que se concluyó en 1522.
Sin embargo, Faleiro y Magallanes no consiguieron acabar la expedición. El primero ni siquiera pudo embarcarse, pues sufrió un ataque de locura antes de zarpar. Magallanes, por su parte, encontró la muerte en el archipiélago de las Filipinas el 27 de abril de 1521.
LAS ISLAS FILIPINAS
Entre enero y fines de abril de 1521, Magallanes puso el ancla en Cebú y tomó posesión de las islas en nombre del rey de España. Aquel día 16 de marzo las futuras islas Filipinas recibirían el nombre de San Lázaro. En la jornada del 14 de abril bautizaron a un millar de indígenas, empezando por su jefe, Humabón. Este se hallaba en guerra con Lapu Lapu, jefe de la isla de Matcán, situada frente a la de Cebú. Magallanes decidió tomar el partido del nuevo cristiano, Humabón, y desembarcó en Matcán, acompañado por unos cincuenta hombres (27 abril 1521). Una lluvia de flechas los recibió y los españoles huyeron rápidamente hacia su embarcación. Magallanes, cojo y chapoteando en el cieno, se quedó solo y los indígenas de Matcán le dieron muerte.
Quedó entonces a cargo de la expedición Juan Sebastián de Elcano, que a su llegada a España, dio cuenta del descubrimiento del archipiélago a Carlos I. Tras el fracaso de las expediciones de García Jofre de Loaisa (1525) y de Alvaro de Saavedra (1527), Ruy Gómez de Villalobos, al frente de una nueva expedición, desembarcó 22 años después del descubrimiento de Magallanes en Mindanao y Leyte. Esta última isla recibió el nombre de Filipina en memoria de Felipe II. La denominación se hizo luego extensiva a todo el archipiélago.
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