No importa el idioma que se hable
ni el lugar del mundo donde se viva. Si alguien ve estas tres letras escritas
en alguna parte, inmediatamente sabrá que estamos ante una llamada de socorro.
Y es que SOS es la señal
internacional de socorro o auxilio desde que en 1906 una conferencia celebrada en Berlín
así lo estableció, sustituyendo a la que hasta entonces venía utilizándose.
Seguramente pensaréis que esas
tres letras son una abreviatura, y de hecho así lo creen muchas personas; pero
no es cierto. Aunque hay quien afirma que SOS es la abreviatura de las palabras
inglesas Save Our Souls (salven
nuestras almas) o de Save Our Ship
(salven nuestro barco), la verdad es que los reunidos en Berlín hace ya 110
años eligieron esta combinación por otro motivo.
En aquellos tiempos, el método
para comunicarse a larga distancia era el telégrafo, y el lenguaje que se usaba en los mensajes telegrafiados era el llamado código Morse (cada letra se
representaba con una combinación de puntos y rayas, sonidos cortos y largos). Si
un barco se encontraba en alta mar y necesitaba comunicarse con un puerto o con otros barcos,
empleaba el telégrafo. Pues bien, en ese código Morse la combinación de las
letras SOS se hacía de la siguiente manera: tres puntos, tres rayas y tres
puntos. Una combinación sencilla e inconfundible. Precisamente esos fueron los
motivos de que se eligiera SOS como señal internacional de socorro: la
facilidad de emisión y comprensión del mensaje a través del telégrafo.
Más de un siglo después, rodeados de tecnología de última generación, resulta curioso comprobar que el
SOS aún puede salvar vidas. Y si no que
se lo pregunten a la pareja de náufragos
estadounidenses que el pasado agosto salvaron la vida gracias a ella.
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